Feliz Navidad!

For unto us a Child is born,

Unto us a Son is given;

And the government will be upon His shoulder.

And His name will be called

Wonerful, Councelor, Mighty God,

Everlasting Father, Prince of Peace.

Isaiah 9:6

38, Charing Cross Road. Helene Hanff

Lo había leído hace la tira de años y estaba pendiente de relectura. 

Tenía muy buen recuerdo y creo que me ha gustado todavía más ahora. Y es que de este libro me gusta todo.

Está escrito en forma de cartas (cómo las extraño!), son cartas reales y están muy bien escritas. Es un libro divertido, no sólo de sonrisa, también de risa; y un poco triste, triste de llorar (no lo recordaba ni tan divertido, ni tan triste). El tema en la mayoría de las cartas son libros. 

Contrasta la espontaneidad de Helene, escritora/guionista neoyorquina; con la formalidad de Frank, londinense propietario de una tienda de libros de segunda mano, pero se entienden perfectamente. No es una novela sobre libros, aunque que el tema sean los libros y la opinión de Helene sobre éstos lo hace muy interesante. Es una novela sobre la amistad, una amistad que se inicia con una carta formal y durará dos décadas, de 1949 a 1969. Pero es actual, sustituyase el formato por emails o blogs.

Me divirtió/sorprendió/envidié la facilidad de Helene de hacer amigos, en otro continente y a los que probablemente nunca vería, su generosidad y aprecio hacia ellos. Y es que Helene es determinada, inteligente, directa, espontánea, firme, sincera, generosa, muy divertida…

Me encantó como ama y describe los libros que quiere, y entendí muy bien cuando cuenta que de vez en cuando se deshace de éstos, ante el asombro/incomprensión de amigos, porque dice: “Personalmente creo que no hay nada menos sacrosanto que un mal libro e incluso un libro mediocre”. Yo hago/pienso lo mismo.

Se lee en una hora. 

El club de lectura del final de tu vida

De Will Schwalbe. Lo veía en todas las librerías y me atraían la portada y el resumen de la contraportada -todo menos el título. En una de éstas lo ojeé, y cuando ví que en el primer capítulo comentaban En un lugar seguro de Wallace Stegner ya fue mío.

El autor narra los últimos años en la vida de su madre, Mary Anne Schwalbe, que padece un cancer en fase terminal. Los dos comparten su pasión por los libros y deciden crear su propio club de lectura.

Algunas de las conversaciones sobre los libros que leen son muy ineteresantes, muchas leídas en salas de espera del hospital donde ella recibe tratamiento. Pero, mucho mejor que los libros que leen fue ir descubriendo la personalidad de la protagonista. A medida que avanza el libro, se va descubriendo a una mujer extraordinaria, con una generosidad impresionante, con su família, amigos, y con todo el que conocía. Había trabajado en educación, como profesora y administradora, entre otros sitios, Harvard. Dedicó sus últimos años a trabajar directamente con refugiados de todo el mundo. Pasando tiempo en un campo de refugiados en Tailandia, y más tarde dirigiendo la Comisión de mujeres y niños refugiados. También consiguiendo fondos para construir una biblioteca en Kabul.

Me impresionó su increíble actitud ante la enfermedad, su fe sin dudas, que su hijo/autor no tiene pero admira igual y describe muy bien. También su sencillez, amabilidad, humildad y a la vez su fuerza. No es nada ñoño, ni sentimentaloide.

Lo único de lo que hubiera prescindido es algunos detalles de las visitas al hospital y los partes médicos.

Más libros de verano

De todos los libros que he leído este verano, pocos (dos) me han inspirado un post. Aclaro que un libro generalmente me inspira si en algún momento miestras los leo, pienso "esto (frase, párrafo, o algo que se me ocurre), tengo que anotarlo en algún sitio". Ahora en el blog, antes en una agenda, o libreta o en ningún lado...

Repetí La playa de Pequín, de Angel Miñana. Ya es un clásico de muchos veranos. Esta vez no me ha parecido tan estupendo y si bastante irreal (me ha sorprendido que no tenía este recuerdo), pero lo he leído entero y me sigue gustando. Está narrado por los dos protagonistas según los capítulos. Es una historia de amor.


La librería ambulante de Christopher Morley. Es un libro simpático. Y ya.


La estepa infinita de Esther Hautzig. Libro autobiográfico. Me daba muuucha pereza empezarlo. Sólo sabía que trataba de una família judía de Polonia que al inicio de la segunda guerra mundial son llevados a Siberia. Ha sido una grata sorpresa, a pesar de ser muy realista, no es muy deprimente. Al revés. Está narrado desde el punto de vista que la autora, una niña de unos 10 o 11 años que pasa cuatro o cinco más. Esther es inteligente, despierta, optimista e ingeniosa, y a pesar de las duras circunstancias, y las condiciones en que viven, no pierde su orgullo o amor propio. Siempre tiene presente el recuerdo de su familia, la educación que recibió de sus padres y abuelos.




El vaso de plata, de Antoni Marí. Sigue demostrando el buen ojo de Libros del Asteroide en la elección de libros que publica, (es la única editorial que menciono en el blog, pero es que, después de los autores, a ellos les tengo que agradecer el que nos lleguen estas joyita). Son 14 capítulos en los que el autor cuenta episodios de la adolescencia de Miguel. Me sorprendió que en un capítulo solté una lagrimita... en la playa! (estaba sola, el mar estaba tranquilo, y la sombrilla me aislaba de los pocos turistas que había). Muy bien escrito.

Continuará...

El despertar de la señorita Prim

El despertar de la señorita Prim

Mientras lo leía mi hermana, me dijo que era uno de los mejores libros que había leído. Si era de "sus" mejores, sería seguro uno de "mis" mejores. No podía creer que tendría tanta suerte en tan poco tiempo.
Y así ha sido. Lo empecé con muchas ganas, y ha superado todas las expectativas.

Es un libro que se lee rápido, en parte porque es tan maravilloso, que no se puede dejar mucho tiempo, pero es de esos libros que entre lectura y lectura, uno sigue pensando en lo que ha dicho uno y otro. Y es que los diálogos entre cualquier personaje son interesantísimos, divertidos, agudos, directos, inteligentes, contra mundum, sinceros y sorprendentes.

Hay frases y párrafos para copiar. Y una vez acabado, comentar estas frases, y los personajes.

Es divertido, hay muchas carcajadas tanto en los personajes como en el lector. Es una historia romántica. Hay muchas referencias a los clásicos, a escritores anglosajones. Es ingenioso y elegante.

Mientras lo leía recordaba varias veces Orgullo y Prejuicio - por los dos protagonistas, y del que los personajes mencionan más de una vez- Norte y Sur -por muchos de los diálogos/discusiones entre los dos protagonistas- y un poco Jane Eyre, por las conversaciones frente a la chimenea.

No me sorprendió que acabado el libro leí una entrevista de la autora y decía "Me gusta la literatura inglesa en general. Pero mi mayor influencia no viene de la novela sino de tres autores como C. S. Lewis, Ronald Knox, el cardenal John Henry Newman, y de los textos de patrística de los tres primeros siglos cristianos, y textos medievales de la escolástica de la que estoy perdidamente enamorada."

Este va a la estantería de Los Mejores Libros automáticamente. Es candidato a ser leído cada verano. Para compartir y para regalar.

Muchas gracias Natalia Sanmartin Fenollera por este regalo.

Puente de los suspiros.

De Richard Russo, autor americano premio Pulitzer en 2002 por Empire Falls.

Es una novela sobre tres amigos: Louis, Sarah y Noonan, que narran la historia alternativamente; sus famílias y la relación con ellas, y la ciudad donde viven.

Es un libro largo, abarca tres generaciones y mezcla presente y pasado.

Hay muchos personajes, van apareciendo más a medida que avanza la novela. Aunque no es un libro que me enganchó por parecer una maravilla, o por tener intriga, pero si van pasando capítulos y los tres protagonistas se hacen más familiares y a pesar de sus defectos y sus carácteres opuestos, se les coge simpatía, en parte porque se conocen bien, se presentan tal como son, no se autoexculpan de acciones el pasado o del presente.

Es curioso como a pesar de los años, la gente puede cambiar -por cambiar de país, de estilo de vida, por una enfermedad...- y a pesar de todo, seguir igual.

Intemperie. Jesús Carrasco

Acabo de leer una de "mis" 10 mejores novelas: Intemperie. De Jesús Carrasco.

Lo de las 10, es una lista y un número simbólico. Pero son estos libros que uno va buscando. Que están por ahí y hay que encontrar, porque entre tanta literatura buena, siempre hay algún autor que se pasa. Éste se ha pasado.

Intemperie es una obra maestra. Los protagonistas son un niño y un anciano. Es una novela dura y sensible.

Leí la reseña en un blog amigo que nunca falla. Sabía que cuando llegara aquí compraría este libro, en papel y sería de los primeros que leería.

Por una vez han acertado en la solapa del libro, "La riqueza de Miguel Delibes y la fuerza de Cormac McCarthy". Las mismas sensaciones que leer "En la carretera", pero mejor. Creo que nunca había leído un libro en que el lenguaje fuera tan preciso y precioso. Creo que nunca he leído palabras mejor elegidas, en frases más bonitas, en un contexto mejor. Vocabulario desconocido muchas veces, que dan, todavía, más belleza al relato.

Durante las primeras treinta páginas no cabía en mi asombro. Leía y releía muchas de las frases, que luego me obligaban a ir a la solapa del libro a mirar la foto del autor. Me entraron tentaciones de buscar algo sobre él, alguna entrevista, pero no hasta acabar su libro.

Espero que Jesús Carrasco publique más y pronto.

Crossing to Safety

Después de muchas lecturas poco interesantes y de abandonar varios libros a la mitad, opté por repetir lectura. Me bajé la versión audiolibro de Crossing to Safety, (En lugar seguro) de Wallace Stegner. Lo leí hace varios años cuando lo publicó Libros del Asteroide, y me gustó muchísimo. Recuerdo que mi tía, de 90 años, me dijo que le gustó tanto que lo leyó muy rápido, y nada más acabarlo lo volvió a empezar para disfrutarlo tranquilamente. Yo pensé que también lo tendría que releer, por las reflexiones y profundas y fascinantes sobre situaciones sencillas o "normales".

Es un libro sobre la Amistad. Amistad entre dos jóvenes matrimonios desde que se conocen en la universidad donde ellos, Sid y Larry acaban se incorporarse como profesores de Literatura, hasta muchos años después. A pesar de su distinta clase social, origen y personalidad, crean unos lazos de los que a veces ellos mismos se sorprenden.

Está narrado en primera persona, y ver a los personajes y situaciones desde el punto de vista de Larry es maravilloso, porque es optimista, sincero, honesto y feliz, a pesar de que su vida no siempre es fácil.

No pasan muchas cosas pero no hace falta. A veces leyendo, reconoces a un amigo en algún personaje o una situación se hace muy familiar. Wallace escribe magistralmente.

Me ha recordado bastante a All the Living Live Things (1967). De los cinco libros de Wallace Stegner que le leído, sólo uno no me entusiasmó: Remembering Laughter, su primera novela (1937). De El pájaro espectador (1976) no recuerdo mucho. Ángulo de reposo (1971), también me pareció magnífico, pero el mejor, En lugar seguro, su última novela (1987).

Me he quedado con ganas de más, y esta tarde he ido a la biblioteca a sacar un libro de historias cortas del mismo autor.






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Al Este del Edén

Al este del Edén. John Steinbeck. 1952

Novelón. Por bueno, por largo, por intenso, por desconectar del mundo mientras lo leía.

Era un libro que no había considerado leer porque había visto la película y, aunque de esto hace muchos años, la recuerdo bastante bien. Tenía esa imagen de gran drama familiar, me había gustado, me había impresionado, me habían quedado muchas escenas grabadas, la había recordado mucho después. Para mi Al este del Edén era la película de Elia Kazan. Pero desde Cannery Road, quería leer algo más del Nobel Steinbeck.

Es la historia de dos generaciones de la familia Trask. La primera en una granja en Conneticut, y la de Adam e hijos en California.

Tengo que decir que, estuve tentada de dejarlo en la primera parte del libro, pero cuando llegué a la mitad, lo acabé de una sentada, laaarga sentada, y es que se juntaron, después de unos días caóticos, vacaciones y lluvia. No pude soltarlo cuando en la novela aparece la familia Hamilton, emigrantes irlandeses vecinos de los Trask en la granja en el Valle de Salinas; y el cocinero chino Lee. También es en esta parte de libro la historia de los hermanos Caleb (Cal) (James Dean) y Aaron, que recordaba de la película y es bastante fiel al libro.

El tema principal gira entorno al bien y al mal. Y es en una de esas conversaciones entre Adam, Samuel Hamilton y Lee, después de la cena, bajo el roble, frente a una botella de ng-ka-py (un licor que sabe a manzanas podridas, pero de las buenas). Que recuperan un tema que hablaron dieciseis años atrás sobre Caín y Abel, que dejó a Lee profundamente impresionado. No sólo fue a San Francisco a consultarlo a los ancianos chinos, sinó que estudió hebreo para comprender lo que Dios le dijo a Caín después de asesinar a su hermano. La clave está en la palabra "Timshel": "Thou mayest" "Tu podrás".
Copio las palabras de Lee:

Pero el «tú podrás» hace al hombre grande, lo pone al lado de los dioses, porque a pesar de su debilidad, de su cieno y de haber dado muerte a su hermano, todavía le queda la gran libertad de escoger. Puede escoger su camino, luchar para seguirlo y vencer.
La voz de Lee era un himno triunfal.
–¿Y usted lo cree? –preguntó Adam.
–Sí, lo creo. Lo creo. Es muy fácil salir de la pereza y de la ociosidad y arrojarse en el regazo de la divinidad, diciendo: «No puedo evitarlo; el destino estaba escrito». ¡Pero imaginen la gloria que representa la facultad de escoger! Gracias a ella el hombre es hombre. Un gato no puede escoger, una abeja está obligada a hacer miel. Aquí no hay ninguna clase de piedad. ¿Y saben ustedes que aquellos ancianos caballeros que se deslizaban suavemente hacia la muerte tienen ahora mucho interés en vivir?
–¿Quiere decir que esos chinos creen en el Viejo Testamento? –preguntó Adam.
–Esos ancianos creen en una historia verídica –respondió Lee, y saben si una historia es verídica cuando la oyen. Son críticos de la verdad. Saben que esos dieciséis versículos son una historia de la humanidad en “en cualquier época, cultura o raza. No pueden creer que un hombre escriba casi dieciséis versículos de verdad, para después mentir en un solo verbo. Confucio dice a los hombres cómo tendrían que vivir de una manera buena y razonable. Pero esto, esto es una escala para ascender a las estrellas. –los ojos de Lee brillaban–. No se debe olvidar nunca. Aparta de nosotros la debilidad, la cobardía y la pereza.

Habrá que seguir con Steinbeck.

Crónicas marcianas

Cronicas marcianas. Ray Bradbury. 1950

A raiz del fallecimiento de Ray Bradbury el pasado año, se publicaron muchos artículos sobre su obra y persona, y alguna entrevista. Leí algo (no se muy bien que) que me hizo poner Crónicas marcianas"en la lista de libros que TQL (tengo que leer). No me atraen los libros de ciencia ficción, pero recuerdo perfectamente cuando vi la película Farenheit 451 (François Truffaut, 1967) en el programa de tve La Clave, en 1978 con 13 añitos (lo se porque me picó la curiosidad y lo encontré en esta página web). Me impresionó bastante y nos dio para hacer cine forum y recordarla, y de vez en cuando pensar y defender que libro salvariamos de la quema.

Crónicas marcianas (1950) son relatos cortos que inicialmente se publicaron en revistas (las llamadas Pulp Fiction), hasta que un editor le propuso a Bradbury recopilarlos y publicarlos en un libro. Los relatos no tenían continuidad ni relación entre ellos, al unirlos para el libro, intentó conectar alguno de ellos: en algunos se hace referencia a expediciones pasadas o a personajes.

También vi en algún sitio (no recuerdo donde...) que fue el libro más leído en San Francisco en la década de los 50.

Después de leer el primer relato El verano del cohete 1999, de sólo dos páginas, ya vi que me iba a gustar. Es pura poesía. Vean. Empieza así:

"Un minuto antes era invierno en Ohio [...].

Y de pronto, una larga ola de calor atravesó el pueblo; una marea de aire tórrido, como si alguien hubiera abierto de par en par la puerta de un horno. El calor latió entre las casas, los arbustos, los niños. El hielo se desprendió de los techos, se quebró, y empezó a fundirse. Las puertas se abrieron; las ventanas se levantaron; los niños se quitaron las ropas de lana; las mujeres se despojaron de sus disfraces de osos; la nieve se derritió, descubriendo los viejos y verdes prados del último verano.
El verano del cohete. Las palabras corrieron de boca en boca por las casas abiertas y ventiladas. El verano del cohete. El caluroso aire desértico alteró los dibujos de la escarcha en los vidrios, borrando la obra de arte. Esquíes y trineos fueron de pronto inútiles. La nieve, que venía de los cielos helados, llegaba al suelo como una lluvia cálida.
El verano del cohete. La gente se asomaba a los porches húmedos y observaba el cielo, cada vez más rojo.
El cohete, instalado en su plataforma, lanzaba rosadas nubes de fuego y calor. El cohete, de pie en la fría mañana de invierno, engendraba el estío con el aliento de sus poderosos escapes. El cohete traía el buen tiempo, y durante unos instantes fue verano en la tierra...”

Me pareció muy de su tiempo cuando la segunda expedición que llega a Marte en 1999, mientras el capitán y sus hombres esperan en la casa de unos marcianos, sacan un paquete de cigarrillos y se ponen a fumar. También me hizo gracia como van nombrando las ciudades, y a una la llaman Nueva Nueva York.

Y ahora la parte más difícil... (y una de las razones por las que empecé este blog) poner en palabras porqué lo he disfrutado tanto:

Bradbury es capaz de contar historias profundas, muy humanas, en relatos muy cortos. Describe maravillosamente la nostalgia, la tristeza, la soledad (a veces deseada) de algunos de los colonos, o marcianos. Esto es lo que más me ha gustado, pero luego está el tema ciencia-ficción que no te deja cerrar el libro.

Es un libro para tener en la estantería con los favoritos. Ojalá hubiera leído Crónicas marcianas cuando estaba en la escuela.

Cannery Road

Desde la primera vez que fui a Monterey y paseé por Cannery Road, me propuse leer este libro. De esto han pasado muchos años y por fin lo he leído.

Me ha gustado mucho.

Está situado en el barrio de Monterey Cannery Road, al lado del puerto, con varias fábricas conserveras. Son los años 30, en plena depresión.

Había leído La perla, (hace mil años), y visto Las uvas de la ira, (probablemente en el programa de TV La Clave), y a pesar del tiempo, las recuerdo un poco deprimentes. Por eso Cannery Road me ha sorprendido muy gratamente.  

Lo que hace de este libro una maravilla, es la capacidad de Steinbeck de contar historias humanas. No hay casi argumento. Los personajes lo son todo, Steinbeck los describe con su complejidad y profundidad de una manera muy sencilla, y a uno le caen bien todos, con sus defectos y sus virtudes, porque ninguno es perfecto, todos tienen su parte amable, honesta, de amistad. No voy a hablar mucho de los personajes, porque tiene su gracia ir descubriéndolos, pero están Mack y sus muchachos, que viven como vagabundos, al día, instalados en almacen que van arreglando, felices. Son jóvenes, habilidosos, pero sólo trabajan cuando necesitan dinero. También está Doc, biólogo marino, que pasa su tiempo entre su laboratorio y el mar, recogiendo especies; hombre de pocas palabras al que todos admiran y respetan. Y muchos mas. Es una novela corta y bastante divertida.

Reservo Al Este de Edén para cuando tenga ganas de novelón, porque promete mucho. También he visto la película, seguramente un sábado en Sesión de noche.

Señora de rojo sobre fondo gris

Llevaba mucho tiempo sin leer a Miguel Delibes. Cuando estaba en la escuela descubrí El camino y me gustó tanto que lo releí varias veces. Seguí con La sombra del ciprés es alargada, El príncipe destronado, Mi idolatrado hijo Sisí, la magnífica Cinco horas con Mario, que también tuve que releer. Un día empecé 377A, madera de héroe, pero nunca la acabé. De esto hace mucho, y no había leído nada más. Hasta ahora.
 
Señora de rojo sobre fondo gris, es una novela preciosa. Está escrita magistralmente, y aunque esto ya lo sabemos todos, hay que decirlo, porque uno lee y lee y no puede parar de puro placer. Es un monólogo de Nicolás, un prestigioso pintor que va narrando a su hija los últimos meses de vida de su mujer Ana y lo que significó para él en su vida. Nicolás había encontrado su alma gemela. A pesar de ser completamente opuestos, se entendían a la perfección y es que Ana era perfecta. En todo. Mientras él se limitaba a pintar, ella se hacía cargo de todo lo demás, familia, casa, conferencias, gestiones, amigos... todo. Con su ausencia se siente incapaz de pintar, entre otras cosas. Aunque su dolor está presente en todo el libro, no es nada ñoño, ni sensiblero.
 
Es una novela basada en la propia experiencia de Delibes, perdió a su esposa Ángeles con 50 años de edad. Incluso existe el retrato de su esposa, vestida de rojo con fondo gris, y fue portada de una edición, (la que ilustra esta entrada.)
 
No voy a dejar pasar tanto tiempo hasta el siguiente libro de Delibes, un autor  que es capaz de escribir novelas tan distintas. Creo que la siguiente será Las ratas, que está por casa, y aunque no me atraen los personajes-animales, alguno de mis hermanos la había leído en el bachillerato, y les parecía mejor que El camino. Lo dudo.

Andy Warhol Superstar

Andy Warhol Superstar. Así se llama la exposición en el Centro Cultural Bancaja en Valencia que se puede disfrutar hasta el 5 de enero. 

Hay una selección de algunas obras del artista, procedentes de la colección de The Andy Warhol Museum de Pittsburgh. Aunque hay 63, sabe a poco. Hay tres serigrafías de latas Campbell. (La de tomate la había tenido en la wishlist y a lo mejor regresa.) bastantes retratos de famosos, John Wayne, Marilyn Monroe, Liza Minelli, Albert Einstein... un autorretrato y, como no, algunos de sus famosas serigrafías duplicadas, triplicadas o cuadriplicadas.

En las paredes, junto a las obras, se pueden leer frases de Andy Warhol. Me quedé con éste porque habla de su obra:

"No tengo ningún mensaje en concreto, ojalá lo tuviera. Sería fantástico. Creo que no hay mejor mensaje que la diversión, así que intentemos ser divertidos".

Aquí un vídeo de pocos minutos en el que el comisario de la exposición la comenta.

 

Visitando la exposición se puede ganar una copia del sofá de la Factory que está en la entrada frente a dos pantallas; en una hay imágenes de artistas que pasaron por la Factory, en la otra te ves sentado en el sofá. Se participa en el sorteo mandando una foto posando allí.